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A lo largo de la ciudad de San Sebastián podemos encontrar una gran variedad de árboles. Pero de todos ellos, el más conocido es, sin duda, el tamariz.
El tamariz se ha hecho famoso principalmente por ser el árbol del Paseo de la Concha. Está plantado a lo largo de todo el paseo, desde los Jardines de Alderdi Eder hasta la Zona de la Perla. Y después en el Paseo de Ondarreta. Eso no quiere decir que sólo lo veámos aquí, ya que también está plantado en el Paseo de la Zurriola y otras zonas de la ciudad.
Si preguntamos a un donostiarra de toda la vida por un árbol característico de Donosti, seguro que menciona este árbol, aunque lo más probable es que lo haga llamándolo, erróneamente, “tamarindo”.
La confusión sobre el nombre de este árbol es una historia que viene de lejos. El tamariz se lleva plantando en Donostia desde hace más de 100 años, pero los donostiarras no hemos sido capaces de aprender el nombre. Así, de forma equivocada lo hemos ido transmitiendo a las siguientes generaciones. Fruto de ello, es que a día de hoy seguimos llamándolo tamarindo… Si en 125 años no lo hemos conseguido, ¿lo conseguiremos algún día?
El tamariz llegó a Donostia en los comienzos del siglo XX de la mano de un concejal del Ayuntamiento de San Sebastián, Agapito Ponsol, que durante un viaje a la costa francesa descubrió este árbol. Junto con Pierre Ducasse, el jardinero municipal de la época, se percataron de que era un árbol de tronco robusto que resistía bien las inclemencias meteorológicas y la sal, por lo que se propuso colocarlo en el Paseo de la Concha.
Su propuesta se recibió de buen agrado en la ciudad, ya que hasta la fecha ninguno de los árboles plantados había conseguido frenar el viento y los temporales del Mar Cantábrico. Todos eran derribados y arrastrados, o en el mejor de los casos las ramas eran arrancadas de los troncos. Además, el tamariz es un árbol que necesita pocos cuidados y no es muy exigente con las condiciones medioambientales. La elección perfecta para Donosti.
En este otro artículo puedes descubrir la influencia e importancia que tuvo el jardinero Pierre Ducasse en el paisajismo de San Sebastián.
Por sus características, el tamariz es considerado más un arbusto que un árbol. Alcanza una altura máxima de 2-3 metros. Sí, no es mucha altura… Por eso te recomendamos que vayas con cuidado por el Paseo de la Concha. No vaya a ser que te lleves un golpe por ir mirando la Bahía y dejar los árboles a un lado 🙂
Otra de las características del tamariz es las diversas formas que puede adoptar su tronco. Podríamos decir que no hay dos árboles iguales en todo San Sebastián. En nuestra opinión aporta una belleza de gran valor a aquellos espacios en los que ha sido plantado.
Los suelos salinos son propicios para que crezcan, por eso los tamarices han aguantado tantos años en el Paseo de la Concha, y ójala sigan cono nosotros muchos años más porque es un árbol precioso. Sin duda, es el árbol emblema de la ciudad de San Sebastián.
[…] a Fleming también de Chillida… y me sonreí al darme cuenta de que los famosos y centenarios tamarices (que no tamarindos y arbustos que no árboles) me miraban tanto como yo a ellos […]