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Pierre Ducasse fue un conocido jardinero francés que vivió entre los años 1836 y 1892. Dejó su firma en numerosos parques públicos y privados de San Sebastián, algunos de los cuales hoy permanecen intactos, respetando sus diseños originales.
Durante su etapa como jardinero municipal de San Sebastián Pierre Ducasse puso su creatividad e ingenio para diseñar la Plaza Gipuzkoa, el Parque de Aiete Jardines de Miramar o Cristina Enea. Algunos de los lugares más emblemáticos de Donostia.
Además, suya fue la idea de incorporar a San Sebastián el árbol «Tamariz«, presente en diferentes paseos de Donosti, como el Paseo de la Concha.
Sus parques son de estilo romántico. Cuentan con trazados sinuosos, estanques con patos y cisnes, riqueza botánica, desniveles… Es un estilo muy característico de aquella época. Pierre Ducasse era un apasionado de las plantas, es por ello que creó su propio jardín en una parcela de la Avenida de Ategorrieta, muy cerca del Hotel Monte Ulia.
Pierre Ducasse desarrolló gran parte de su vida laboral en Donosti. Es por eso que desde el Hotel Monte Ulia lo hemos renombrado como el jardinero “fiel” de San Sebastián. Un personaje cuyo nombre y obra han quedado para la historia de nuestra ciudad.
Este parque fue el primero que se proyectó en la ciudad tras el derribo de las murallas en el año 1869. Y se lo encargaron, como no podía ser de otra manera, al jardinero de moda en San Sebastián, Pierre Ducasse.
Está en el corazón de San Sebastián, a un paso de la Parte Vieja y el Paseo de la Concha. Es uno de esos parques cuyas visitas y paseos pasan de generación en generación.
No hay donostiarra que no haya disfrutado con los patos y cisnes, o jugado con las pequeñas piedras de la plaza Gipuzkoa. No importa la época. La historia se repite.
El estanque de la Plaza Gipuzkoa es el elemento central de este parque, aunque tiene otros muchos detalles en los que fijarse. La escultura en homenaje al músico José María Usandizaga; el puente de los deseos donde es tradición lanzar una moneda al agua; un aestación meteorológica con interesante información sobre San Sebastián; una inmensa ikurriña en el centro de la plaza… O cualquier árbol o planta que encuentres a tu camino.
En la Plaza de Gipuzkoa hay un monolito en homenaje a Pierre Ducasse instalado en 1977, en el centenario de la inauguración del parque. Una forma de que su figura permanezca siempre en el recuerdo de los donostiarras.
El Parque Cristina Enea fue un regalo del Duque de Mandas a la ciudad de San Sebastián tras su fallecimiento. Sólo puso una condición: que el parque quedara para el uso y disfrute de los ciudadanos siempre y cuando se respetara su diseño.
Podríamos decir que su voluntad se ha cumplido, ya que el parque presenta hoy en día un aspecto muy similiar al de hace un siglo.
Pierre Ducasse fue el diseñador de este parque a petición del Duque De Mandas. Tiene un estilo romántico, con numerosos caminos, paseos, desniveles… y un estanque central con patos y cisnes. Se ve que este tipo de espacios eran muy del agrado del paisajista francés.
En lo alto del parque todavía se mantiene en pie la casa del Duque de Mandas. Un bonito caserón que hoy aloja oficinas y una biblioteca dedicada al medio ambiente.
Los jardines que rodean al Palacio de Miramar, en plena Bahía de la Concha, también fueron diseñados por Pierre Ducasse. El conjunto se construyó como residencia de la Reina María Cristina para sus veraneos en San Sebastián. Y los terrenos fueron decorados con plantas, árboles, jardines… Muy al estilo de Ducasse.
Destacamos un enorme césped situado frente al Palacio, que sí se puede pisar. Es un lujo tumbarse en una hierba tan bien cuidada y disfrutar de las vistas.
El Parque de Aiete es uno de los grandes pulmones de San Sebastián. Se construyó junto con el Palacio de Aiete, con el fin de que los Duques de Bailen disfrutaran de una residencia en sus vacaciones a Donosti. Contrataron a Pierre Ducasse para que diseñara el parque a lo largo y ancho de todo el terreno que adquirieron.
El estilo del Parque de Aiete es muy similar al de la Plaza Gipuzkoa. Tiene un estanque central con patos y cisnes, paseos sinuosos, muchos caminos, una gran variedad de plantas y árboles… Lleva el sello inconfundible de los jardines de Pierre Ducasse.
Debido a su gran extensión, el jardinero francés pudo llevar a cabo muchas más ideas que en otros parques de la ciudad. Por ejemplo, creó una gruta artificial con cascada incluida. Un diseño espectacular que te recomendamos visitar. Está algo alejado del centro, pero la visita merece la pena.
El tamariz es el árbol más representativo de San Sebastián. Eso no quiere decir que sea el único, ni mucho menos. Pero al estar presente a lo largo de todo el Paseo de la Concha hace que sea el más famoso y más glamouroso entre todos los ároles de Donosti. El tamariz llegó a San Sebastián a comienzos del siglo XX gracias a Pierre Ducasse, que por aquella época era el jardinero municipal de la ciudad. No debemos confundir con «tamarindo», ya que es otra especie diferente que no tiene nada que ver con ésta.
¿Por qué el tamariz y no otro árbol? La respuesta está en que el tamariz es un arbol que resiste de forma notable las inclemencia meteorológicas. Algo fundamental cuando estás plantado en la costa cantábrica y tienes que soportar muchos temporales, lluvias y vientos fuertes.
Tras probar previamente otros árboles sin éxito, por fin encontraron un árbol a la medida de San Sebastián. Es una especia que adopta extrañas y variadas formas. Y no es muy alto, por lo que debes tener cuidado al pasear por la Concha. Disfruta de la Playa, pero prestando mucha atención a los tamarices.